Caminata por Montanejos y el Morrón de Campos

Hoy hemos estado en Montanejos, en el Morrón de Campos y en el Embalse de Arenós.

Desde el aparcamiento situado junto a la bajada a la Fuente de los Baños, iniciamos nuestro recorrido por el sendero SLCV-105 () que comienza junto a la carretera.   Esta vez dejamos a la izquierda la entrada a la Cueva Negra, que ya visitamos por estas mismas fechas el año pasado.

Poco más adelante tomamos otro sendero a la derecha que inicia la subida al Morrón de Campos (963 m.), nuestro primer objetivo de hoy.  La subida se hace dura por momentos y, en algunos tramos, hemos de utilizar las manos para superar los fuertes desniveles y grandes rocas que dificultan el paso.

Durante la subida podemos disfrutar de preciosas vistas de Montanejos y del impresionante tajo del Barranco de la Maimona y, ya en la cima del Morrón, una espectacular vista del Embalse de Arenós, que retiene las aguas del Río Mijares.

Recuperadas las fuerzas iniciamos el descenso por una amplia pista.  Al poco, nos detenemos y guardamos silencio para ver pasar frente a nosotros un grupo de 7 u 8 ejemplares de cabra hispánica, todos ellos machos.  Pero no queda todo ahí.  Un poco más adelante nos quedamos sorprendidos al aparecer en lo alto entre 15 y 20 buitres volando a escasas decenas de metros sobre nosotros.

Durante la bajada también podemos contemplar, a la izquierda, los restos del Castillo de Viñaza, de origen musulmán, aunque el asentamiento del lugar se remonta a la edad del bronce.

Tras un tramo por la carretera CV-20, llegamos a la singular presa del Embalse de Arenós y su impresionante muro de rocas que, en su día, sepultó bajo sus aguas la población de Campos de Arenoso.

Nuestra idea de seguir por la Senda de los Estrechos se ve frustrada por la potencia del inmenso chorro de agua del aliviadero de la presa, que nos impide pasar sin ponernos «como una sopa». Volvemos pues a la carretera donde disfrutamos de las vistas en los miradores de los túneles por los que discurre.

Al poco, giramos hacia la izquierda para buscar la pequeña Presa de Cirat, que fue construida en 1962 para generar energía eléctrica.  El sendero, que continúa por el margen izquierdo del río, pasa junto al Abrigo de Rufino, una pequeña cueva en plena roca con preciosas vistas al río.

Nuestra ruta va llegando a su fin, no sin antes visitar el paraje de la Fuente de los Baños, con sus aguas termales a 25º y sus piscinas naturales, ya muy concurridas, por cierto, para la época del año que nos encontramos.

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