Caminata por Mosquera

Hoy hemos estado en los alrededores de la Masía de Mosquera y en su bosque de alcornoques.

Desde una explanada de la carretera CV-200, donde dejamos el coche, comenzamos nuestra ruta hacia el este por una amplia pista que atraviesa el gran bosque de alcornoques de Mosquera.  Nos acompaña en nuestro camino el inconfundible «ta-ca-ta-ca-tac» de un pájaro carpintero que se deja oir en el silencio de la mañana.

A poco más de kilómetro y medio llegamos a nuestro primer destino del día: La Masía de Mosquera. Un edificio de tres plantas construido en 1868 y que, entre otros usos, se utilizó como explotación del corcho, muy importante a finales del s.XIX y principios del s.XX.  Lástima que, en la actualidad, se encuentre completamente desmantelada por dentro.

Poco más adelante dejamos la pista y nos andentramos por un sendero por el corazón del impresionante alcornocal.  Tras un giro a la derecha iniciamos el ascenso a nuestro segundo destino: el Alto del Carrascal (881 m).

Tras el obligado refrigerio para recuperar fuerzas, volvemos sobre nuestros pasos y nos dirigimos hacia el Norte al tercer objetivo de la jornada y techo de la ruta de hoy: el Alto de Peñablanca (971 m).  Desde allí disfrutamos de unas excelentes vistas de la Sierra de Espadán y sus pueblos.

Iniciamos el regreso cresteando por la zona, siempre por encima de los 900 m. de altitud, no sin antes visitar un par de salientes rocosos de gran belleza, inéditos para nuestro grupo.  A partir de ahí, tomamos un sendero que bordea el Barranco de la Falaguera, barranco que desemboca en la Rambla de Azuébar, la cual, a su vez, es afluente del Río Palancia.

Durante la bajada, pasamos junto a varios ejemplares de alcornoques centenarios cuyo tronco supera con creces los 2 metros de diámetro. El sendero nos lleva de nuevo a la Masía de Mosquera, por su parte Este. Desde allí, tomaremos de nuevo la pista anterior que nos llevará de vuelta a nuestro punto de partida.

Track e informe técnico del recorrido